Oleada de inversiones de los grandes grupos hoteleros españoles. Tras años de contención en los que la mayoría de las cadenas han optado por ser conservadoras, el presupuesto vuelve a fluir, tal y como reflejan los proyectos previstos por RIU, NH Hotel Group, Barceló, Iberostar, Palladium y Meliá, que suman 1.500 millones de euros.
La cifra es elevada, pero se encuentra enmarcada en una estrategia prudente, ya que, en la mayoría de los casos, el grueso de las inversiones se destinará a renovar hoteles existentes y a ampliar su tamaño, y, en menor medida, a proyectos nuevos.
Desde que estalló la crisis, las cadenas más patrimonialistas, como RIU, Iberostar y Palladium, han sido las más activas en el desarrollo de nuevos hoteles. Mientras, otras como Meliá, Barceló y NH han reorientado su estrategia hacia el crecimiento mediante fórmulas poco intensivas en capital, como los contratos de gestión, arrendamiento y franquicia.
Diversificación
Por cuantía, RIU es la compañía que más fondos destinará este año a la compra, construcción y renovación de hoteles: 300 millones de euros. La cadena de la familia Riu y del grupo turístico TUI, que en los últimos años ha diversificado su negocio y ha entrado en el segmento urbano, ha comprado un hotel en la isla caribeña de St. Martin, tres hoteles en Isla Mauricio y un terreno en Sri Lanka que supone el inicio de su expansión en Asia. Al mismo tiempo, continúa las obras de su hotel en Nueva York, que estará situado en Times Square y que abrirá sus puertas en 2015.
Le sigue NH, inmerso en un plan de inversión trianual por 225 millones con el objetivo de incrementar la tarifa media diaria. En lo que va de año, la compañía ha renovado integralmente dos hoteles en Madrid, uno en Pamplona, otro en Londres y otro en Berlín.
La previsión es que, a cierre de 2014, se haya ejecutado un 40% de la inversión prevista en el plan. Hasta 2018, habrá cambios en un centenar de hoteles y un 50% del presupuesto se destinará a reposicionar hoteles de la marca NH a la enseña premium NH Collection, que la cadena acaba de relanzar.
Barceló, por su parte, sumará inversiones por 176 millones entre 2013 y 2014. La cadena reposicionará hoteles de República Dominicana, México, Barcelona, Fuerteventura y Cádiz, entre otros. Un 75% del ebitda de la compañía procede de los hoteles en América, principalmente, México y Dominicana.
El mercado azteca ha sido receptor de un importante volumen de fondos por parte de otra compañía hotelera española, Iberostar. En la costa del Pacífico, la cadena de la familia Fluxá estrenó el año pasado un resort de 452 habitaciones al que ha destinado 100 millones. Su plan de crecimiento a medio plazo incluye un complejo al noroeste de Brasil que inaugurará en 2015 y un proyecto en Cartagena de Indias que supondrá su entrada en Colombia y está previsto para 2016.
Destaca también el volumen de inversión que Palladium, la cadena de la familia Matutes, tiene en Ibiza. En los dos últimos años, la empresa ha inaugurado los hoteles Ushuaia Tower y, hace apenas dos meses, el Hard Rock, que se han convertido en dos de los baluartes de su cartera.
Palladium avanza, además, en la reforma del edificio que acogerá su próximo hotel en Madrid, situado frente a la estación de Atocha y que abrirá en 2015. Asimismo, está pendiente de los permisos para empezar a ejecutar un macroproyecto cuyo propósito es la reconversión de la zona de Playa d’en Bossa (Ibiza) y que contempla la inversión de 350 millones de euros.
La estrategia de Matutes supone replicar el esfuerzo de Meliá por convertir Magalluf (Palma de Mallorca) en un referente turístico en el Viejo Continente. La familia Escarrer, de la mano de socios, ha invertido varias decenas de millones en este proyecto. Entre 2013 y 2014, Meliá destinará más de 90 millones a la renovación de parte de sus hoteles en España, Europa y América.
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