La renqueante zona euro ha disparado las tensiones y devuelto la desconfianza a inversores y economistas. Sin embargo, la región cuenta también con argumentos a su favor.
En pocas semanas, se han acumulado las malas noticias. El frenazo de la economía de la zona euro en el segundo trimestre y los malos augurios sobre su locomotora, Alemania, para el tercero. A esto se suma el mal comportamiento de Francia, que ha dicho que no cumplirá con su objetivo de déficit, y de Italia, así como el deterioro de los pronósticos del FMI para la región, hasta un 0,8% este ejercicio (tres décimas menos que en las previsiones anteriores).
Por si hubiera pocos ingredientes para cocinar una receta que ya hemos probado alguna vez en los últimos años, el nivel de precios se mueve en niveles mínimos. De hecho, en septiembre se situó en el 0,3%, su cota más baja desde 2009.
Los tambores de deflación suenan cada vez más altos, con varios países con tasas de IPC negativas. Además, si la región entrara en una espiral deflacionista, el peso de la deuda sería mayor, un lastre para países como España.
Hace unos días, las bolsas reaccionaban con virulencia ante esta retahíla de datos negativos. «El anuncio de una posible recesión en la eurozona por parte del FMI en su último informe de estabilidad financiera es lo que ha encendido las alarmas, y en el origen está el mal comportamiento de la eurozona en el segundo trimestre de 2014, como consecuencia o del parón o del retroceso de sus grandes economías (Alemania, Italia y Francia)», explica Joaquín Maudos, investigador del Ivie y catedrático de la Universidad de Valencia.
Y añade: «Si a ello se une otros condicionantes (problemas geopolíticos, entre otros) y los datos más recientes de Alemania, la probabilidad de recesión no es despreciable (30-40% según algunos analistas)».
De producirse, la economía española se resentiría considerablemente. En primer lugar, una parte muy importante de nuestras exportaciones se dirigen a la eurozona. «Alemania, es la gran economía y por tanto la potencial locomotora. Si se para, el resto vamos detrás. Afortunadamente, en los últimos años España ha ganado cuota de mercado fuera de la UE, pero aun así somos muy vulnerables a lo que le pase a la eurozona», explica Maudos. Además, otras variables como el turismo y la inversión extranjera sufrirían un golpe.
Algo más optimista se muestra José Luis Martínez, estratega de Citi. «Está posibilidad existe, pero en mi opinión el escenario más probable es de una lenta recuperación. Nosotros esperamos un crecimiento por debajo del 1% en 2014».
Juan Ignacio Crespo, analista financiero y autor del libro ‘Las dos próximas recesiones’ (Deusto), tampoco espera que vaya a producirse una tercera recaída en esta crisis de forma inminente. «Existen muchas ganas de anticipar otra sacudida, después de no haberse anticipado en las dos anteriores», indica. Los analistas creen, no obstante, que la región cuenta con fortalezas que pueden evitar esta amenaza. ¿Cuáles son?
1. Aún hay margen: Martínez indica que «sigue existiendo un elevado slack económico en la zona, lo que podría facilitar una recuperación cíclica».
2. El BCE en las manos actuar: «En estos casos, siempre ha aparecido a modo de salvador el BCE, pero el BCE advierte con acierto que el solo no puede, y que es necesario seguir con reformas y con un tono menos contractivo de las políticas fiscales. La clave está en que la eurozona se asuste, para que actúe el BCE con más medidas no convencionales (aún le queda el QE con deuda pública) y para que le hago caso al FMI cuando pide un plan europeo de inversión en infraestructuras», dice Maudos. También considera que podría cambiar el panorama un éxito en la segunda subasta TLTRO de diciembre, «que supondría que la banca está dispuesta a dar crédito».
3. No hay deflación: Para Crespo, no se puede hablar de riesgo de deflación, teniendo en cuenta los niveles tan bajos que hay en el precio del petróleo.
4. Bancos: «Tras las pruebas de resistencia y solidez de la banca [cuyos resultados se conocieron ayer] deberíamos ver unas condiciones favorables para la mejora de las condiciones de crédito», asegura Martínez.
5. Contexto internacional: Crespo cree que el riesgo de una tercera recesión no es inminente. «El contexto internacional no hace pensar en una recaída cercana. Los datos de Estados Unidos no son malos, de momento, otra cosa es hablar de finales del año que viene. Reino Unido crece [un 0,7 % en el tercer trimestre] y Japón tampoco está mal». El analista insiste en que, a pesar de que las bolsas se han puesto nerviosas, éstas muchas veces adelantan una recesión muchos meses antes, incluso un año, de producirse.
6. Petróleo: Los niveles actuales del precio del crudo son un seguro contra la recesión. Según indica Crespo, la región podría ahorrarse el año que viene unos 80.000 millones de euros de seguir en esos niveles.
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