El Tesoro acudía a la última subasta del año con la tranquilidad que da tener los objetivos de financiación cubiertos con un mes de antelación. Desde el pasado 20 de noviembre, todo lo que ha ido levantando del mercado iba al colchón de cara al año que viene y no ha querido dejar pasar la oportunidad de hacer acopio de liquidez aprovechando que el interés de su deuda se encuentra en el nivel más bajo de su historia. De esta manera, hoy ha levantado otros 2.615 millones de euros, volviendo a superar los objetivos de la subasta, con una fuerte caída de la rentabilidad respecto a las subastas anteriores.
Concretamente, la secretaría dependiente del Ministerio de Economía ha vendido 1.120 millones de bonos con vencimiento en 2024 a un interés del 1,731% frente al 1,84% pagado en la subasta anterior de la misma referencia el pasado 4 de diciembre. Para esta referencia la demanda ha superado en 1,84 veces la oferta.
En los bonos con vencimiento en 2023, el interés ofrecido ha sido del 1,577% frente al 1,931%, y una ratio de cobertura de 2,23 veces; mientras que para vender su deuda a 2019, el Tesoro ha pagado un 1,577% frente al 1,931% de la subasta anterior, con una demanda de 2,03 veces.
Después de la subasta, el interés del bono español a diez años se situaba en el 1,74% y la prima de riesgo española caía hasta los 115 puntos básicos, con la rentabilidad del bund en el 0,59%.
Con la de hoy el Tesoro ha concluido su programa de emisiones de este año, un ejercicio en el que ha reducido de forma notable sus costes de financiación; en concreto, el coste medio de la deuda ha pasado del 2,45% de cierre de 2013 al 1,56% a 30 de noviembre.
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